Tras un año fuera de la selección, Juan Zunzunegui inicia el curso ganando el nacional de remoergómetro en una temporada en donde espera recuperar la internacionalidad
Juan Zunzunegui (Vigo, 1976) todavía no ha dicho la última palabra en el banco móvil. El 2009 fue un año gris para él. No entró en los planes de la selección española y por primera vez en mucho tiempo se quedó fuera de las competiciones internacionales y de las concentraciones, aunque por contra contribuyó, en el banco fijo, de un modo decisivo al retorno de Astillero en la Liga ACT. Lejos de tirar la toalla, esta temporada anuncia que irá a por todas, y como carta de presentación se proclamó campeón de España de remoergómetro en la categoría de peso ligero. Por equipos, ya se ha colgado otro título en el año recién estrenado, el nacional de fondo en el ocho timonel. Un anuncio de que el mejor Zunzunegui está en camino.
«El año pasado la selección no contó conmigo para nada y ahora voy a intentar demostrarles que todavía puedo serle de utilidad», comenta el vigués, que ha fijado su residencia en la localidad cántabra de Astillero, en donde está llevando a cabo una exahustiva preparación. Y aunque el curso comenzó en diciembre y llegó a la cita de Tui con poco más de un mes de preparación, en el nacional de remoergómetro ya demostró su nivel. «No hice una gran marca (6m 18s 20d) pero le gané a todos los que están en la selección española, lo que demuestra que por el momento estoy mejor que ellos. Además, me cogió muy corto de preparación. Los de la selección llevaban por lo menos dos meses más entrenando».
El remero vigués, con tres Juegos Olímpicos a sus espaldas, se ha tomado la temporada con extrema seriedad. «Trabajo como si estuviese en una concentración. Con sesiones de mañana y tarde y la verdad es que me encuentro bien y con ganas de competir». Su objetivo para el banco móvil es demostrar en el agua que puede ganar a los que en teoría forman la selección española en estos momentos. «Mi intención es volver a la selección y estar en las citas internacionales», comenta el vigués, que por el momento no tiene claro en qué bote sería «porque la gente está probando y aún no lo tiene decidido». Sus últimas aventuras habían sido en el doble scull -que le llevó a Atenas 2004- y en el skiff -con el que se proclamó en Inglaterra subcampeón del mundo en el año 2006-. Antes había sido bronce en Suiza en el 2000 en el cuadro scull.
Al mismo tiempo y de un modo paralelo prepara su regreso a la Liga ACT después del ascenso de Astillero, desterrado durante dos años de la élite con acusaciones de dopaje. «No podemos hablar de ganar la Liga ACT porque acabamos de regresar, pero sí de estar tranquilos y no renunciar a nada, y cuando llegue el campeonato de España y la Concha queremos ir con opciones, no ser una comparsa en la competición».
Zunzunegui no le ve ningún problema en alternar las dos embarcaciones. Incluso recuerda lo exitoso de la última experiencia: «Cuando conseguí el subcampeonato del mundo estaba trabajando con la trainera del Náutico de Vigo y llegué a la cita en un gran estado de forma. Yo no le veo ningún problema, se puede combinar perfectamente», aunque sabe que las exigencias del club, a quien se debe y quien le paga, siempre estarán por delante del banco móvil.
Y aunque no lo nombre, Zunzunegui sabe que está en la cuenta atrás para apurar las posibilidades de vivir sus cuartos Juegos. Por eso el 2010 se ha convertido en tan importante. En el año del regreso a la élite.
Fuente: www.lavozdegalicia.es
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